La tecnología es una característica fundamental para el crecimiento y evolución positivo de cualquier negocio ya que favorece la solución de muchos problemas al aplicar soluciones digitales, reunir información y cambiar el panorama laboral a mejor. Un claro ejemplo es la incorporación de la transformación digital en un entorno tan competitivo y delicado como la cadena de suministro o logística. El término logística inteligente aplica los beneficios de la tecnología, pero, ¿qué es la logística inteligente y sobre todo, cómo nos podemos aprovechar de ella?

En este artículo vamos a hablar del término smart logistic o logística inteligente, en qué consiste y cuáles son sus características. Para comenzar vamos e explicar la definición de logística inteligente.

¿Qué es la logística inteligente?

La logística inteligente no es otra cosa que aplicar todo lo positivo que ofrece la tecnología (que es mucho) a nuestro favor. Se trata de aprovechar las oportunidades que genera la tecnología en forma de ahorro de tiempo y dinero. La tecnología ofrece muchas alternativas para reducir costes gracias a la posibilidad de implementar tareas automáticas y reducir procesos gracias a la resolución de incidencias y la incorporación de la digitalización.

Hay una clara y evidente relación entre la transformación digital y la logística y consiste en aprovechar y aplicar el cambio originado por la presencia de la tecnología en aspectos logísticos como el reparto, el control del inventario y registro de llamadas, entre otras cuestiones. Por ejemplo, la aparición de tecnologías como el RFID o identificación por radiofrecuencia para geolocalizar paquetes y envíos en superficies y naves grandes reduce el tiempo y el envío de los mismos.

Otro modelo favorable de uso de la tecnología en la logística es el uso de la termografía para gestionar el control de la temperatura de la mercancía en todo momento, algo vital en el transporte de alimentos perecederos.

Pero existen más ventajas competitivas para usar lo digital en la logística y tienen que ver con los procesos informáticos y las tecnologías emergentes como el big data o el Internet de las Cosas o IoT (del acrónimo inglés, Internet of the Things).

Reducir costes logísticos en la era digital

Las ventajas de aplicar la tecnología en la logística son las siguientes:

  1. Mejora la eficiencia al acortar las distancias en el tiempo de los envíos.
  2. Posibilita la comunicación entre diferentes plataformas al dar acceso al análisis y gestión de datos.
  3. Ayuda a la toma de decisiones al procesar mejor la información.
  4. Abre la posibilidad de abrir nuevos mercados gracias a la colaboración y alianzas en otros países.
  5. Se puede elegir la implementación de software libre y reducir costes informáticos.
  6. Facilita el flujo de información y reduce el tiempo de entrega de los paquetes.
  7. Se pueden crear nuevas rutas gracias a la localización por GPS de los transportes.
  8. Monitoriza los envíos las 24 horas.
  9. La atención al cliente y en diferentes idiomas es posible gracias al uso de los bots.

Aunque todos estos beneficios están muy bien de poco vale tenerlos si no se saben aprovechar y sacarle todo el rendimiento que ofrecen estas tecnologías. Y es que la importancia de la tecnología es cada vez mayor y los negocios deben entender que o se aprovechan de la tecnología e invierten en logística inteligente o están acabados.

Hay que tener en cuenta que la innovación sólo es posible cuando se incorporan estas herramientas digitales que facilitan el trabajo y posibilitan un mejor servicio que redunda en un cambio de estructura o hacer las cosas.

Un claro ejemplo es la implantación de sistemas de gestión de datos y otras soluciones informáticas acompañadas de medidas dispuestas a mejorar la ventaja competitiva sobre nuestros adversarios. Hay que tener en cuenta que la logística existe un equilibrio de relaciones entre diferentes partes (clientes, proveedores, fabricación, entre otros) lo que hace imprescindible conectar todas las áreas y procesos para asegurar el flujo continuo y puntual de entrega de la mercancía.

De esta forma y gracias a la interconexión es posible hacer el seguimiento de los productos y crear inventarios inteligentes. El llamado Internet de las Cosas puede conectar sensores que se comunican con programas informáticos y dan una valiosa información sobre las cantidades, calidades y el stock de los productos.

Responder a la pregunta qué es la logística inteligente no sólo implica usar tendencias logísticas como el cloud computing, el blockchain o la inteligencia artificial sino combinar la tecnología con técnicas como el platooning o el cross-docking que mejoran aspectos  la reducción de combustible, la conducción eficiente o el ahorro en el tiempo de almacenamiento.

De hecho, la logística 4.0 consiste en una mezcla de la logística inteligente, logística sostenible y evitar errores logísticos. La meta es y sigue siendo conseguir afianzar la confianza del cliente mediante la entrega a tiempo en cantidad y calidad establecidas. El futuro logístico es el de las empresas que sean eficaces, responsables, sostenibles y por supuesto, tecnológicas.

Como comentábamos al inicio, la tecnología facilita la vida del ser humano y en el caso de la logística inteligente debe servir para calar las necesidades y demandas de los clientes sin renunciar al crecimiento económico y la mejora de resultados. Sin embargo, aunque es imprescindible disponer de tecnología inteligente y aprovecharla para respetar los requisitos de cada producto tampoco es necesario implementarla en áreas donde no las necesitamos.

Por ejemplo, si somos empresas dedicadas al transporte de mercancías perecederas debemos respetar la cadena de frío y tenemos que implantar medidas que mejoren y aseguren la cadena de frío como la colocación de termógrafos, sensores de temperatura, sensores de estiba y soluciones similares. En cambio, de poco vale colocar un sistema gestión de datos si contamos con una flota de cinco camiones, la clave es la eficiencia sin renunciar a la tecnología.

¿Qué es la logística inteligente?, es incrementar la calidad de los procesos y reducir el tiempo de entrega con un control tecnológico eficiente que repercuta en los repartos, procesos de entrega, fabricación y la atención del cliente. En resumen, se trata de usar la tecnología con cabeza, de comunicarse y de automatizarse sin olvidar la entrega a tiempo del producto.

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