La conservación de los alimentos es un tema cada vez más importante. Los alimentos frescos son una fuente vital de nutrientes para nuestra salud y seguridad alimentaria y se componen principalmente de frutas, hortalizas y productos cárnicos. Estos alimentos se deterioran muy rápido a temperaturas ambiente y es que los alimentos frescos requieren transporte en frío o a temperaturas de refrigeración

Precisamente, el transporte en frío para frutas y verduras es el tema que vamos a hablar hoy en el que te contaremos su funcionamiento, sus ventajas y propiedades.

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La importancia de la cadena de frío: ¿cómo funciona?

El transporte en frío de productos hortofrutícolas funciona mediante la cadena del frío, que es un proceso que se encarga de mantener una temperatura adecuada para conservar los alimentos durante su traslado.

La cadena de frío es un conjunto de etapas que se aplican para garantizar la seguridad alimentaria y la conservación de los productos perecederos, como los productos hortofrutícolas.

Este conjunto de etapas o procesos tiene como finalidad garantizar la salud de los alimentos mediante el mantenimiento de la temperatura a lo largo de la recolección del producto, su almacenamiento, transporte y distribución.

El frío es el denominador común de todos estos eslabones a través de los cuales los productos se mueven desde la zona de producción hasta los mercados más lejanos.

Las bajas temperaturas actúan como agente conservador al inhibir el crecimiento de microorganismos y enzimas en los alimentos. Es decir, evita que se estropeen.

En el transporte, se debe responder a unos requisitos determinados en cuanto a temperatura, lo que se conoce como transporte a temperatura controlada.

Esta varía según el tipo de alimento y puede oscilar entre los 12ºC y -20ºC, para conseguirla se usan vehículos frigoríficos que se encargan de controlar y mantener la temperatura dentro de la caja del camión.

Transporte en frío para frutas y verduras

El transporte en frío es una parte importante del proceso de manipulación de alimentos desde su producción hasta su consumo para garantizar la calidad y mantener la seguridad alimentaria.

En concreto, el término «transporte en frío» se refiere al transporte de alimentos a una temperatura preestablecida para garantizar su conservación. El transporte a temperatura controlada es el tipo de transporte que se asegura del rango de temperatura contratado con el cliente.

Es importante realizar una carga y descarga cuidadosa, protegiendo los productos para evitar daños. En el caso de la fruta el rango de temperatura es mayor que otros productos como los lácteos, carnes y quesos, por poner unos ejemplos.

El rango de temperatura y su personalización

Para el transporte en frío de productos hortofrutícolas es recomendable una temperatura específica para cada tipo de producto. En general, la temperatura se establece en 3ºC para evitar que sea demasiado baja (y, por tanto, supere el punto de congelación) o demasiado alta (cuando los microorganismos pueden dañarlas)

Sin embargo, hay tablas específicas que indican la temperatura recomendada para cada tipo de fruta o verdura.

 Por ejemplo, lo recomendable es transportar limones entre una temperatura de 8 y 10 grados mientras que las sandías deben ir entre 5 y 6 grados y los plátanos entre 9 y 12 grados.

El rango de temperatura debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La vida útil de la fruta.
  • La calidad del producto.
  • Cada fruta en particular. Un limón no tiene las mismas necesidades de frío que una sandía o una manzana.
  • La madurez de la fruta y su tamaño.
  • No se pueden mezclar climatéricos (melocotón, pera, manzana, ciruela, mango o tomate) con aquellos que no lo son (uva, frambuesa, cereza, cítricos, piña, hortalizas de tallo, de hoja y de flor).

En general, el transporte de alimentos es el eslabón más delicado de la cadena del frío ya que requiere mantener una temperatura estable en todo momento, incluso cuando se mueve la carga de un camión a otro, al almacén o cualquier otro sitio.

Normas y operaciones de la cadena de frío

La Normativa Técnica del Transporte en Frío cubre todas las operaciones necesarias para conservar la calidad y la seguridad sanitaria de los alimentos.

Esta norma se aplica a la pre-refrigeración, al transporte en vehículo terrestre, al almacenamiento de largo y de corto plazo, a las tiendas minoristas, al transporte aéreo y marítimo, al transporte ferroviario y al transporte en contenedores.

El objetivo de esta Normativa es proporcionar una guía para el transporte en frío de alimentos.

Proceso de carga y descarga durante el transporte en frío

Las empresas que trabajan con alimentos perecederos deben elegir el medio adecuado para su distribución.

El transporte en frío permite que las temperaturas se adapten a la necesidad de la carga, lo que permite que la calidad se mantenga intacta durante la cadena de frío.

La elección de un buen método de transporte, así como la selección del equipo adecuado, son fundamentales para asegurar la conservación de los alimentos durante el transporte.

Es importante que la carga y descarga de productos se realice lo más rápido posible para evitar un aumento de la temperatura. Las puertas de los vehículos no deben abrirse hasta el momento inmediato de la carga o descarga.

Una cadena de frío perfectamente intacta asegura al consumidor que el producto que recibe se ha mantenido dentro de los parámetros de temperatura seguros durante el transporte, almacenamiento y venta.

Recomendaciones del transporte de alimentos

El transporte en frío se rige por una serie de normas y operaciones para asegurar su conservación y la seguridad alimentaria. Y es que la cadena de frío es sin duda el eslabón más delicado de esta parte tan importante de la cadena de suministro.

Hay que tener en cuenta que los productos hortofrutícolas se conservan de forma desigual, por lo que muchos de ellos requieren cambios frecuentes en el aire ambiente y no deben someterse a temperaturas extremas.

Para asegurar un transporte exitoso de frutas y verduras, se necesitan tener en cuenta una serie de medidas, entre ellas destacan las siguientes:

  • La vigilancia de la temperatura.
  • Congelación rápida.
  • Una correcta despaletización.
  • Un acondicionamiento adecuado.
  • Selección de material de embalaje.
  • Identificación correcta y detallada.

Respetar todas estas normas es clave para un traslado de productos hortofrutícolas de manera segura y eficiente. Por supuesto, también es importante contar con empresas especializadas en el transporte de alimentos frescos que cumplen con los estándares necesarios para garantizar la máxima calidad en el servicio.

En AupaTrans proporcionamos soluciones avanzadas para la distribución y el almacenamiento de alimentos frescos, cumpliendo estrictamente con los requisitos de calidad y seguridad alimentaria establecidos por la normativa sanitaria.

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